El gobierno federal elevó a 156% el arancel de importación al azúcar con el objetivo de proteger la producción nacional y evitar una competencia desleal con productos extranjeros más baratos. La medida sustituye el cobro fijo de 360 dólares por tonelada y busca estabilizar los precios internos en beneficio de los cañeros, que aportan más de 440 mil empleos directos y sostienen la economía en 15 estados del país.
La Secretaría de Economía explicó que el repunte de importaciones desde 2023 —que llegó a representar hasta 15% del consumo nacional— presionó los ingresos de los productores. Con el nuevo esquema, el costo de importar azúcar cruda o refinada será mayor, reduciendo el incentivo a traerla del extranjero. El gobierno aseguró que el ajuste no provocará inflación, pues las importaciones solo cubren 4% de la demanda total y la producción nacional es suficiente para abastecer al país.

