Durante 2023, el gobierno de López Obrador desoyó las advertencias de Washington sobre las afectaciones al convenio aéreo bilateral, tras ordenar la salida obligada del tráfico de carga del AICM hacia el AIFA. Estados Unidos reclamó que la medida violaba el trato equitativo que deben recibir sus aerolíneas, y tras reuniones sin respuesta, ahora impone represalias. Las aerolíneas mexicanas deberán entregar horarios y obtener autorización previa para vuelos chárter hacia o desde territorio estadounidense.
Además, el gobierno de Trump amenazó con retirar la inmunidad antimonopolio de la alianza Aeroméxico-Delta, por considerar que hay condiciones desiguales en el mercado. También criticó la reducción unilateral de vuelos por hora en el AICM —de 61 a 43— sin pruebas de saturación ni planes de infraestructura. Aunque México firmó en 2015 el acuerdo que garantizaba derechos recíprocos, el gobierno ignoró los compromisos. Hoy, las consecuencias ya se sienten en cielos y negocios.

