La industria automotriz japonesa busca blindar los 87 mil millones de dólares invertidos en Norteamérica ante la revisión del T-MEC en 2026. JAMA, que agrupa a marcas como Toyota, Honda y Nissan, pidió a Estados Unidos mantener las reglas actuales para no afectar la integración regional. Señaló que plantas en México y Canadá reducen costos, mantienen precios accesibles y sostienen nuevas inversiones en territorio estadounidense.
Concesionarios en EU también alertaron que cambios al acuerdo elevarían los precios de los autos, que ya superan los 50 mil dólares en promedio. En contraste, el sindicato UAW exige una revisión profunda y un piso salarial regional, al acusar que México incumple compromisos laborales. Las posturas muestran un choque creciente entre inversión, precios y demandas laborales, mientras gobiernos y empresas se preparan para una negociación clave para la cadena automotriz.