El regreso a clases en México no solo implica listas interminables de útiles, uniformes y colegiaturas, también se ha convertido en un detonante de estrés financiero para muchas familias. De acuerdo con Vanguard, la segunda administradora de activos más grande del mundo, este tipo de presión económica se presenta en cualquier persona, incluso en quienes cuentan con patrimonio considerable.
La firma destacó que las tarjetas de crédito son el principal factor de tensión, pues sus altas tasas de interés dificultan el pago y aumentan la ansiedad. En México, las mujeres y quienes tienen más dependientes son los más afectados, situación que se agrava en los hogares con menor ingreso y capacidad de ahorro. Expertos llaman a equilibrar objetivos actuales y futuros mediante presupuestos claros, eliminación de deudas y una mayor cultura del ahorro, clave para reducir el estrés financiero.

