La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México concluyó que la volcadura y posterior explosión de una pipa de gas LP en el puente de La Concordia, ocurrida el 10 de septiembre, fue causada por la falta de pericia del conductor. De acuerdo con el dictamen pericial, el chofer de la empresa Silza excedió el límite de velocidad de 40 kilómetros por hora, alcanzando 44 en la curva donde ocurrió el siniestro. La pipa, el camino y las condiciones mecánicas fueron declaradas en óptimo estado.
La fiscal Bertha Alcalde detalló que el conductor acumuló siete reportes por exceso de velocidad en días previos y no cumplió con los descansos obligatorios establecidos por la norma federal. Tras su fallecimiento, la empresa podría enfrentar imputaciones dependiendo del proceso de reparación a las víctimas. El accidente dejó 31 personas muertas, 59 lesionadas y más de 40 afectaciones materiales en la zona.

