El alza de 82% en el precio del cobre llevó al gobierno a proponer que la moneda de 10 pesos deje de fabricarse con la aleación tradicional y adopte un núcleo de acero recubierto de níquel. La iniciativa enviada a Diputados argumenta que el nuevo material mantiene resistencia y durabilidad, según un estudio del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM. Aunque no se precisan los ahorros esperados, el objetivo es reducir costos sin modificar su apariencia.
El cambio forma parte de un plan más amplio para abaratar la fabricación de monedas. Banxico ya confirmó nuevas versiones de 1 peso elaboradas con acero recubierto de bronce, y en 2026 se ajustarán las de 2 y 5 pesos mediante electrochapado, técnica que recorta gastos y uso de agua. Con estos ajustes, el gobierno estima ahorros significativos mientras mantiene la seguridad y funcionalidad del circulante.