En la Ciudad de México se avalaron sanciones de hasta 36 horas de arresto para los llamados franeleros que aparten lugares en la vía pública. La medida forma parte de una reforma a la Ley de Cultura Cívica, con el objetivo de liberar el espacio público y garantizar el derecho al libre tránsito.
Además del arresto, la normativa establece multas económicas para quienes reincidan en esta práctica. Autoridades capitalinas defendieron la decisión como una acción necesaria para recuperar el orden urbano, mientras que vecinos y comerciantes han expresado dudas sobre su aplicación. El debate refleja la tensión entre la formalidad de la norma y la realidad económica de quienes dependen de esta actividad informal