Ronald Johnson, embajador de Estados Unidos en México, aseguró que varios cárteles del narcotráfico están al borde de la quiebra. Argumentó que las finanzas criminales han sido debilitadas por el trabajo coordinado entre agencias estadounidenses y fuerzas mexicanas. Añadió que cada vez hay más líderes detenidos o bajo proceso judicial en ambos países.
Las declaraciones contrastan con la violencia que persiste en diversas regiones del país. Aunque Johnson destaca avances en seguridad, la percepción ciudadana sigue marcada por el miedo, los desplazamientos forzados y el dominio territorial de grupos armados. Si los cárteles pierden poder económico, ¿por qué los niveles de inseguridad no reflejan ese aparente debilitamiento?

