Claudia Sheinbaum cuestionó los bloqueos carreteros realizados por campesinos y transportistas en 17 estados, al señalar que no existe justificación para afectar al país cuando hay mesas de diálogo abiertas. La mandataria indicó que detrás de las protestas hay intereses políticos, sobre todo de concesionarios que rechazan la nueva Ley de Aguas porque les impediría comercializar excedentes de riego. Recordó que cerrar carreteras es delito, aunque descartó cualquier tipo de persecución.
La Presidenta acusó que algunos actores buscan conservar privilegios ligados al uso gratuito de agua agrícola, que representa casi 80% del consumo nacional. Explicó que la reforma pretende que el recurso sobrante tras la tecnificación vuelva a Conagua para garantizar su distribución equitativa. Aseguró que su administración no caerá en provocaciones y que continuará el diálogo para atender la inseguridad en carreteras y los problemas del sector agrícola.