La Ciudad de México enfrenta un desafío ambiental considerable, generando diariamente más de 12 mil toneladas de residuos sólidos. Las alcaldías de Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero son las mayores productoras de desechos, concentrando una parte significativa de la población capitalina. Además, el Inventario de Residuos Sólidos 2023 reveló la existencia de 889 tiraderos clandestinos, cifra que podría ser mayor al carecer de datos de algunas demarcaciones. Esta situación no solo afecta la estética urbana, sino que, como se observa en el puente peatonal de la colonia Morelos, representa un riesgo directo para la seguridad de los vecinos debido a la acumulación de basura.
Más allá de los tiraderos, la gestión de residuos tiene un impacto directo en la infraestructura de la ciudad. Reportes de la Secretaría de Gestión Integral del Agua indican que las alcaldías Cuauhtémoc, Benito Juárez y Gustavo A. Madero encabezan las quejas por coladeras tapadas, con miles de reportes en años recientes. La acumulación de basura, sumada a las lluvias intensas, provoca el colapso de la red de drenaje, afectando la movilidad y la calidad de vida. ¿Cómo podemos, como ciudadanos, contribuir a una mejor gestión de los desechos y evitar estas problemáticas que nos afectan a todos? La participación social es clave para un futuro más limpio y seguro.