Volkswagen reducirá su plan de inversión a 186 mil millones de dólares hacia 2030, en medio de una crisis marcada por aranceles en Estados Unidos y fuerte competencia en China. El ajuste, menor al previsto en planes anteriores, busca proteger finanzas y priorizar proyectos estratégicos en Alemania y Europa. Porsche y Audi han resentido especialmente esta presión.
La compañía señaló que las futuras decisiones —como una posible planta de Audi en Estados Unidos— dependerán de apoyos gubernamentales significativos. Aunque Porsche no espera crecer en China, la firma analiza desarrollar modelos específicos para ese mercado. Volkswagen apuesta a optimizar recursos, fortalecer infraestructura tecnológica y mantener competitividad ante un entorno internacional más desafiante.