Nicolás Maduro aseguró que Venezuela enfrenta “la mayor amenaza en cien años” tras denunciar que ocho buques de guerra de Estados Unidos, un submarino nuclear y 1,200 misiles apuntan contra su gobierno desde el Caribe. El despliegue, dijo, es “una amenaza extravagante, injustificable e inmoral” y responde a la estrategia de Washington contra carteles de droga en la región.
En Caracas, el mandatario llamó a sus seguidores a enlistarse como milicianos para “defender a la patria” y acusó a la Casa Blanca de escalar la presión militar tras elevar a 50 millones de dólares la recompensa por su captura, bajo cargos de narcotráfico. El discurso refuerza el clima de confrontación con Estados Unidos y reabre un escenario donde la tensión geopolítica se mezcla con la narrativa de resistencia nacionalista que sostiene al chavismo.

