A un mes de entrar en vigor la reforma al trabajo en plataformas digitales, el gobierno federal publicó los nuevos contratos que deben firmar repartidores y conductores de apps como Uber, DiDi y Rappi. Los documentos reconocen una relación laboral, acceso a seguridad social y mantienen la flexibilidad, pero también imponen condiciones como no compartir cuentas, no cancelar pedidos aceptados y asumir el mantenimiento de vehículos.
Los trabajadores tendrán derecho a pagos semanales, definir sus horarios y conocer el ingreso antes de cada servicio, aunque deberán seguir las reglas impuestas por la plataforma. Cualquier incumplimiento se considerará una violación al contrato. Las nuevas disposiciones buscan dar formalidad al sector sin modificar su modelo de negocio, aunque activistas advierten que el equilibrio sigue favoreciendo a las empresas.

