Japón anunció el despliegue de misiles tierra-aire en la isla de Yonaguni, a solo 110 kilómetros de Taiwán, en respuesta al aumento de tensiones con China. El ministro de Defensa, Shinjiro Koizumi, afirmó que la medida busca reducir riesgos de ataque y rechazó que incremente la inestabilidad regional. El sistema, similar a los SAM estadunidenses, está diseñado para interceptar aeronaves y misiles de crucero.
La decisión coincide con declaraciones de la primera ministra Sanae Takaichi, quien sugirió que un bloqueo chino a Taiwán podría justificar una respuesta militar japonesa. Pekín calificó estas posturas como provocadoras y advirtió que Tokio está “cruzando líneas rojas”. El refuerzo militar en las islas Nansei, iniciado en 2016, se acelera mientras crece la disputa estratégica entre China y Estados Unidos por la seguridad en Asia-Pacífico.

