El Congreso de la Ciudad de México aprobó endurecer las sanciones por el delito de despojo, que ahora será castigado con hasta 11 años de prisión y contempla 13 agravantes que podrían duplicar la pena. Además, la prescripción del delito comenzará a contarse solo después de que la víctima recupere el inmueble, lo que busca impedir la impunidad en estos casos.
Las reformas también sancionan a notarios que, por negligencia o mala fe, participen en actos de despojo mediante escrituras irregulares. El paquete legislativo incluye aumentos de pena por amenazas dentro del ámbito familiar, la conformación de bandas delictivas y agresiones por razones de género o contra personas LGBTQ+. Los diputados señalaron que estas modificaciones fortalecen la protección del patrimonio y los derechos humanos en la capital.

