Las protestas por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, derivaron en actos vandálicos en Morelia y Apatzingán. En esta última localidad, una turba incendió el palacio municipal y causó daños en oficinas públicas en rechazo a los homicidios de Manzo y del líder limonero Bernardo Bravo. En Morelia, grupos de estudiantes de la Normal de Tiripetío y la Universidad Michoacana marcharon en el Centro Histórico y posteriormente vandalizaron el Palacio de Gobierno y el Congreso local.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla atribuyó la violencia a la infiltración de actores políticos opositores, mientras que la viuda del alcalde, Grecia Quiroz, pidió manifestarse con respeto. Hasta el momento se reportan 18 detenidos por los disturbios. Además, fuerzas federales y estatales desplegaron un operativo de búsqueda del exalcalde de Zinapécuaro, Alejandro Correa Gómez, desaparecido el 2 de noviembre.