Choferes de pipas y dueños de purificadoras bloquearon por casi nueve horas avenidas y autopistas en 15 municipios del Estado de México y la Ciudad de México, tras el operativo Caudal implementado contra la extracción ilegal de agua. El despliegue derivó en el aseguramiento de 189 inmuebles con 51 pozos y 138 tomas clandestinas, lo que provocó el cierre parcial de vialidades como la México-Querétaro y la México-Pachuca.
Los manifestantes denunciaron que el operativo afectó a quienes operan legalmente, pues sus camiones cisterna fueron retenidos. Miles de usuarios del transporte público resultaron perjudicados por la suspensión del Mexibús y el tráfico en avenidas principales. En Iztapalapa, familias realizaron compras de pánico ante el temor de desabasto. Las autoridades mexiquenses insistieron en que el cierre de tomas busca frenar el robo de agua y garantizar un suministro más equitativo en las comunidades.

