La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, sostuvo una reunión con integrantes del recién creado Consejo de Nueva Derecha en las instalaciones de la demarcación. Durante el encuentro, realizaron una oración colectiva y compartieron coincidencias en torno a “valores cristianos”, en contraste con la imagen progresista que la funcionaria ha promovido en redes sociales como activista feminista y cercana a la comunidad LGBT.
El gesto generó sorpresa y debate entre sectores ciudadanos que cuestionan la coherencia entre su discurso previo y sus nuevas alianzas políticas. La reunión, además, abre interrogantes sobre el rumbo ideológico de la administración local y la relación que podría establecer con grupos religiosos conservadores. En un contexto de tensiones sociales, el episodio vuelve a poner bajo escrutinio la congruencia entre la narrativa pública y las decisiones institucionales.

