Estados Unidos enviará tres destructores con misiles guiados Aegis, aviones espía P-8 y al menos un submarino de ataque a aguas cercanas a Venezuela en las próximas 36 horas, como parte de una operación militar contra cárteles latinoamericanos. Con más de 4 mil marineros desplegados en el Caribe, Washington asegura que la medida busca frenar el tráfico de drogas y reforzar la vigilancia, aunque fuentes reconocen que también podría incluir ataques selectivos. El movimiento coincide con la clasificación del Tren de Aragua como organización terrorista extranjera.
Nicolás Maduro respondió en un acto público afirmando que “nadie tocará el suelo de Venezuela”, sin mencionar directamente a Estados Unidos. La decisión de Donald Trump refleja la creciente presión hacia Caracas y, al mismo tiempo, hacia México por el tráfico de fentanilo. Con recompensas de hasta 50 millones de dólares por la captura de Maduro y un despliegue naval sin precedentes en la región, la tensión entre ambos países escala a un nivel que abre dudas sobre hasta dónde llegará la confrontación.

