La economía de Durango se desplomó 30% en el último trimestre, principalmente por la especulación y la imposición de nuevos aranceles a productos clave de exportación, según advirtió el secretario estatal de Desarrollo Económico. Los sectores más afectados han sido el agroindustrial y el minero, que enfrentan caída de demanda y alza de costos logísticos.
El gobierno estatal ha iniciado mesas de diálogo con empresarios locales para contener despidos y buscar incentivos fiscales. Aunque se contempla una reactivación en 2026, el impacto actual ya compromete empleos y cadenas productivas. La volatilidad comercial evidencia cómo una economía dependiente del exterior puede quebrarse en semanas. ¿Hasta cuándo seguirá Durango pagando por decisiones ajenas?

