En la Universidad Politécnica de Tulancingo, un conflicto entre un profesor y un alumno terminó en denuncias penales cruzadas. El maestro asegura que fue golpeado al intentar retirar al joven por indisciplina, mientras que el estudiante lo acusa de agresión física tras reclamarle una calificación. Ambos presentaron videos como prueba ante el Ministerio Público.
La universidad informó que ya inició una investigación conforme a sus protocolos internos, sin aclarar si habrá sanciones preventivas. Mientras tanto, el caso ha generado fuerte atención en redes, donde se exige esclarecer responsabilidades. Más allá de los hechos puntuales, la situación evidencia la tensión que puede escalar cuando se rompe el respeto mutuo en el aula. En un país donde la violencia se cuela incluso en espacios educativos, vale la pena preguntarse: ¿estamos formando para el conflicto o para el diálogo?